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Detención en Bolivia del ciudadano argentino Facundo MOLARES SCHOENFELD

Dernière mise à jour : 6 août 2020

Sr. Ministro de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto de la Nación Argentina, Ing. Felipe Carlos SOLA

De nuestra mayor consideración:

Por la presente nuestra asociación le hace llegar nuestra preocupación por la situación de nuestro compatriota, el Sr. Facundo MOLARES SCHOENFELD, quien se encuentra detenido en Bolivia desde Noviembre de 2019, habiendo pasado sucesivamente por varias cárceles de ese pais.

Con el objeto de ser precisos comenzaremos por una breve –y necesariamente incompleta-- reseña de la situación del Sr. Molares.

1.- Reseña del caso. Antecedentes.

Facundo Molares Schoenfeld, ciudadano argentino de 44 años, se encontraba en Bolivia en el momento del golpe de estado de Noviembre de 2019, realizando tareas de foto-reportaje para la revista digital Centenario (https://revistacentenario.com); inicialmente tenía planificado regresar a la Argentina para fines de octubre o principios de noviembre de 2019.

A fines de octubre Facundo Molares le avisa a su padre, Hugo Molares, vía Whatsapp, que se encuentra enfermo, que hacía días que estaba con fiebre, que no sabía si tenía dengue o paludismo, y que se estaría tratando. El padre pierde contacto con Facundo durante más de una semana, hasta que recibe un llamado telefónico anónimo informándole que su hijo se encontraba mal y que iba a ser trasladado a una clínica o al Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra, Estado Plurinacional de Bolivia.

Frente a esta situación el Dr. Hugo Molares decide viajar de urgencia a Bolivia, llegando a Santa Cruz de la Sierra el 12 de noviembre de 2019, dirigiéndose inmediatamente al Hospital Universitario Municipal Japonés de esa localidad. Allí el Dr. Molares encuentra a su hijo bajo asistencia respiratoria mecánica y en coma. Se le informa entonces que su hijo no presenta heridas recientes de ningún tipo y se le muestra una placa radiográfica con la presencia de varios impactos símiles a perdigones de plomo alojados en su cabeza informándosele que los mismos eran de vieja data y no revestían peligro, según el resultado de una interconsulta realizada con un neurocirujano. Tampoco registraba heridas o sangrado, ni orificio de entrada ni hematomas provocados por los perdigones. El motivo de su estado y posterior internación lo constituía una insuficiencia renal aguda. El Dr. Víctor Hugo Zambrana del Hospital Japonés de Santa Cruz, en diálogo con el canal Notivisión de Bolivia el 14 de noviembre de 2019 afirmó que “​… Molares tiene una insuficiencia renal aguda, un shock séptico, un edema pulmonar agudo, y se baraja la posibilidad de una intoxicación por plomo y también la posibilidad de Hanta virus; todos estos diagnósticos hacen que el paciente revista mucha gravedad ...” (https://www.youtube.com/watchv=xBFlhQ3SjUI ).

2.- Detención irregular. Inexistencia de imputación penal específica. Violación al art. 8.2.b del Pacto de San José de Costa Rica.

EL MOMENTO del estado en Bolivia y debido a la situación de violento conflicto social con gran cantidad de heridos y varias decenas de asesinados, el ingreso de Facundo Molares al Hospital Japonés de Santa Cruz de la Sierra fue denunciado a las fuerzas de seguridad.

La causa penal por la cual se encuentra imputado se tramita ante el Juzgado N° 3 de Instrucción Penal de Montero bajo el N° 1902373, con intervención de los Fiscales Viera, Justiniano y Arteaga. Los delitos que se le imputan son “homicidio, asociación delictuosa e instigación pública a delinquir”, enrostrándosele el homicidio de dos personas en el marco de los enfrentamientos entre civiles que se dieron en Santa Cruz de la Sierra, con intervención de las fuerzas de seguridad.

La única prueba para imputarlo son conversaciones que Facundo Molares mantuvo con su padre, donde le informa que está en Santa Cruz de la Sierra y que habría estado presente en las manifestaciones populares donde se producían choques entre distintos sectores.

Debe destacarse que en la investigación penal habría personas identificadas por fotos portando armas de fuego y disparando en el marco de las manifestaciones; pero ninguna de esas personas es Facundo Molares. Por otra parte, Facundo llegó al hospital con una infección renal de varios días, y fué internado 11 días después del hecho que se le imputa.

En definitiva, no existe imputación concreta ni descripción explícita de hechos en los que pudiera haber participado.


Por otro lado, el 29 de noviembre de 2019 se llevó a cabo en el hospital donde se encontraba internado Facundo la audiencia de medidas cautelares a cargo del Juzgado 2do de Instrucción en lo Penal Cautelar de Montero, cuyo titular es el Dr. Roger Salvatierra. La audiencia tuvo lugar con la presencia de la comisión de Fiscales integrada por Adán Arteaga, Víctor Hugo Justiniano y José Carlos Viera, además de una comisión integrada por cinco abogados particulares en defensa de las supuestas víctimas y los abogados de la Defensa Pública. El juez resolvió luego de la audiencia que Facundo Molares Schoenfeld era “​un peligro efectivo para las víctimas y la sociedad”, por lo que mantuvo su detención cautelar. Pese a que la Defensa insistió en su delicado estado de salud (insuficiencia renal grave), el Juez en una primera instancia ordenó su reclusión en el Centro de Rehabilitación “Santa Cruz – Palmasola”, ya que ese lugar cuenta con un Centro de Atención de Salud (aunque no de alta complejidad).

Sin embargo, pocos días después se ordenó el traslado de Facundo al Penal de Máxima Seguridad de Chonchocoro en la ciudad de La Paz. Este lugar no cuenta con las condiciones sanitarias mínimas ni posee un Centro de Salud que pueda garantizar una atención básica frente a un cuadro tan complejo como el que padece Facundo Molares. Debe destacarse que Facundo necesita atención especializada permanente, controles y estudios de distinta índole e incluso requeriría tratamiento de hemodiálisis.

En base a la acusación de un pasado como integrante de las FARC y sin asidero fáctico, es acusado de pertenecer actualmente a un grupo armado, y de haber sido contratado para brindar “instrucción paramilitar” e intervenir en presuntos enfrentamientos.

La realidad es que Facundo Molares ingresó al hospital con un cuadro agudo de insuficiencia renal, que motivó su internación en terapia intensiva, siendo inducido a un “coma farmacológico” por la gravedad de su estado. Su afección, pre-existente, de salud y su estado en el momento de internación hacen altamente improbable –-de hecho, imposible--- su paricipación en cualquier enfrentamiento armado. En ningún momento se han presentado elementos de convicción que sustenten la abstracta acusación que se le hace.


3.- Situación grave de salud. Violación del art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica.

Lo reseñado hasta aquí se ve agravado por la enfermedad renal crónica (cuyas causas a la fecha son desconocidas) que padece Facundo Molares. Su situación de salud es grave y va desmejorando rápidamente, existiendo un alto riesgo de vida ya que el sistema renal no está funcionando y el lugar actual de detención no cuenta con las condiciones para su atención. Actualmente los síntomas que acompañan su estado son náuseas, vómitos, pérdida de apetito, cansancio, fallas respiratorias y cardíacas, debilidad, problemas para dormir, alteraciones del flujo urinario, entre otros desórdenes multi-sistémicos. Este estado venía desarrollándose desde hacía tiempo, lo que evidencia que Facundo carecía de aptitud psico-física que permitan inferir su participación en hechos de violencia. Debido a la insuficiencia renal grave que padece Facundo Molares, existe un serio riesgo de vida si no es atendido rápidamente en un sanatorio de alta complejidad y por profesionales de la salud especializados.

Teniendo en cuenta la gravedad de su enfermedad, según se le ha informado a la familia, es probable que deba evaluarse la posibilidad de un transplante renal. Evidentemente, las condiciones en las que se encuentra detenido no sólo son incompatibles con un tratamiento en este sentido, sino que son incompatibles con la vida misma, debido al delicado estado de salud que hemos expuesto.

En definitiva, existe una evidente vulneración del derecho a la vida en los términos del art. 4.1 del Pacto de San José de Costa Rica, dado que las autoridades judiciales bolivianas han ordenado la reclusión de una persona con un delicado estado de salud y con una enfermedad crónica y aun terminal (en caso de no actuar con diligencia), en un establecimiento penitenciario de máxima seguridad que no posee un centro de salud de alta complejidad para atender semejante dolencia.

El panorama de salud de Facundo Molares expuesto arriba es anterior al comienzo de la crisis del Covid-19 (en particular, en Bolivia). Sabemos que ha sobrevivido a pesar de estar encerrado en una prisión, lugar habitual de contagios, pero es probable que dicha situación haya deteriorado aún mas su frágil salud.


4.- Medidas llevadas a cabo hasta la fecha.

Debemos destacar que el cónsul argentino en Santa Cruz de la Sierra, Sr. Roberto DUPUY, ha intervenido en relación a la situación de Facundo Molares, realizando innumerables gestiones, tanto para garantizar un juzgamiento en el marco del debido proceso, como para garantizar la asistencia médica adecuada para el ciudadano argentino. Sin embargo, su actuación ha sido muchas veces condicionada por el accionar arbitrario de las autoridades bolivianas.

El padre de Facundo ha conseguido mobilizar varias organizacioness de derechos humanos, la Cruz Roja Internacional y la Iglesia Católica en torno al caso de su hijo.

Mediante un requerimiento presentado el 23 de noviembre de 2019, el Dr. Molares ha solicitado formalmente a la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), la adopción de una medida cautelar en virtud de la situación denunciada (presentación 50540 – Medida cautelar – CIDH).

La grosera violación de derechos elementales garantizados por tratados internacionales de derechos humanos, en particular por la Convención Americana de Derechos Humanos, en el caso de una persona enferma y debilitada, deberia concitar una mayor acción del gobierno argentino en defensa de esos derechos de uno de sus ciudadanos.

Vuestro gobierno en Diciembre de 2019 tuvo la decencia de declarar al mundo que el derrocamiento de Evo MORALES fue un golpe de estado, y ofrecerle asilo político, no puede hoy permitirse la ambigüedad frente a un régimen racista, basado en el odio al indio, que ha substituido


Por las razones expuestas, la Asamblea de Ciudadanos Argentinos en Francia (ACAF) le solicita, Sr. Ministro, que vuestro personal consular en Bolivia continue a prestar atencion a este caso y que vuestro gobierno arbitre con urgencia las nuevas y firmaes medidas necesarias a la protección de la vida de Facundo Molares y a garantizar su derecho a defensa en un juicio de debido proceso.

Reciba, Sr Ministro, nuestros saludos cordiales.

Laura Rosa FRANCHI

Co-Presidente


Máximo DICKMANN

Co-Presidente

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